Sí, ¡los huesos de albaricoque son comestibles! En concreto, lo comestible son las semillas interiores, también conocidas como semillas de damasco. De hecho, hay muchas más recetas con semillas de albaricoque de las que crees.
La semilla que se encuentra dentro del hueso de albaricoque es similar a una almendra cruda y, por tanto, su uso culinario también muy parecido. De hecho, puedes hacer casi cualquier receta de almendras con tus restos de albaricoque.
IMPORTANTE: Tanto la ingesta de semillas de manzana o pera como las de ciruela, melocotón, albaricoque o ciruela, pueden resultar letales. Al igual que las almendras amargas, en crudo, las semillas de albaricoque contienen amigdalina, una sustancia que, en contacto con el agua (o con la saliva), produce ácido cianhídrico.
Recetas con semillas o huesos de albaricoque
1. Licor de semillas de albaricoque
En España quizá no estemos muy habituados a aprovechar los huesos de albaricoque, pero en otros países la semilla de dentro se usa para hacer vino o licor de albaricoque. De hecho, el famoso licor italiano Amaretto se elabora con las semillas de los huesos de albaricoque.
Ingredientes para 500 ml: Aprox. 20-25 huesos de albaricoque y 500 ml de alcohol cuya graduación sea superior al 40%. Te recomiendo usar vodka, ya que su sabor es bastante neutro.
Utensilios: Martillo y botella hermética.
Tiempos: Elaboración: 5 min. / Macerado: 8-10 semanas.
Paso a paso: Con la ayuda de un martillo, golpea los huesos de albaricoque y extrae las semillas. Añade las semillas de albaricoque crudas a la botella y después incorpora el alcohol. Cierra la botella y y guárdala a temperatura ambiente fuera del alcance de la luz solar. Agita el frasco una vez por semana. Después de dos meses de reposo estará listo para su consumo. Cuanto más tiempo dejes pasar, más intenso será el sabor obtenido.
2. Manteca de huesos de albaricoque
Una forma fácil de aprovechar los huesos de albaricoque son las cremas de frutos secos tipos mantequilla o manteca huesos de albaricoque, ya que puedes elaborar la cantidad que quieras en función de las semillas de albaricoque de las que dispongas y completar con almendras.
Ingredientes para 150 g: 75 g de semillas de albaricoque (aprox. 60 albaricoques) y 75 g de almendras tostadas. Si no dispones de tantos tantos huesos de albaricoques en casa, puedes hacer menos cantidad o sustituir la cantidad restante por almendras (preferiblemente crudas).
Utensilios: Martillo, procesador de alimentos, tarro de cristal hermético y horno.
Tiempos: Elaboración: 20 min. / Horneado: 10 minutos.

Paso a paso: Comienza abriendo los huesos de albaricoque con la ayuda de un martillo y extrae las semillas. Pesa la cantidad resultante y añade la misma cantidad de almendras tostadas (sin sal). Colocamos las semillas de albaricoque crudas sobre una bandeja para horno y tuéstalas en el horno durante 10 minutos con calor arriba y abajo a 180º C. Incorpora los ingredientes en el procesador de alimentos y bate aprox. 15 minutos que se hayan deshecho completamente y obtengas una textura pastosa. Guarda el resultado en un bote hermético a temperatura ambiente alejado de la luz solar.
3. Huesos de albaricoque garrapiñados
Puedes comprar almendras garrapiñadas en el supermercado y estarán ricas, pero vendrán envueltas en plásticos innecesarios, ya que es una receta que puedes hacer fácilmente en casa. Y si en lugar de usar almendras usas los huesos de albaricoque que normalmente tirarías a la basura o al compost, ¡mejor aún! ¿Sabías que en Austria en los supermercados gourmet venden semillas de albaricoque garrapiñadas?
Ingredientes para 100 g: 50 g de azúcar, 40 g de huesos de albaricoque (aprox. 35 uds) y 50 ml de agua.
Utensilios: Martillo, espátula y sartén antiadherente.
Tiempos: Elaboración: 30 min.

Paso a paso: Empieza abriendo los huesos de albaricoque con la ayuda de un martillo y extrae las semillas. Pesa la cantidad resultante y ajusta las cantidades de azúcar y agua en función del peso de las semillas de albaricoque. Después, calienta una sartén antiadherente a fuego medio y añade todos los ingredientes. Cuando veas que el azúcar comienza a disolverse y el caramelo comienza a burbujear formando una especie de espuma, baja el fuego. Ahora remueve de forma continuada con una cuchara o espátula mientras, poco a poco, el agua se va evaporando y el caramelo adquiere una textura densa. Sigue removiendo hasta que el caramelo se queda sin líquido y se queda seco, como arenilla. Llegado ese momento, vuelve a subir un poco el fuego y remueve hasta conseguir que todo el caramelo se haya adherido en las semillas de albaricoque. Cuando esto ocurra, pásalas a una bandeja antiadherente, silicona para hornear o una lámina de papel de horno. Cuando se hayan enfriado, guarda el resultado en un bote hermético a temperatura ambiente alejado de la luz solar.
4. Helado de huesos de albaricoque
¡Y esta es quizá la receta más sofisticada con semillas de albaricoque que tengo en mi repertorio! La versión original se encuentra en el libro “Von der Schale bis zum Kern” (De la piel a la semilla) de la autora austríaca Bernadette Wörndl, que desgraciadamente solo está a la venta en alemán.
Ingredientes aprox. 1 l de helado: 30 huesos de albaricoque, 250 ml de leche, 150 g de azúcar moreno, 6 yemas de huevo, 500 ml de nata para montar y una pizca de sal.
Utensilios: Martillo, horno, bol de repostería y heladera.
Tiempos: Elaboración: 30 min. / Horneado: 8 min. / Maceración: Mín. 3 horas.
Paso a paso: Rompe los huesos de albaricoque con la ayuda de un martillo y extrae las semillas. A continuación, tuéstalas en un horno precalentado a 150º C durante 8 minutos. Después, pica las almendras en trozos medianos y ponlas en remojo para que suelten el amargor. Cuando hayan pasado un par de horas, cuélalas y añádelas a una olla a fuego lento junto con la leche, el azúcar, las yemas y la pizca de sal mientras remueves. Continúa removiendo hasta que veas que la mezcla comienza a espesar. Pasa la mezcla a un bol de repostería grande e incorpora la nata para montar. Mezcla hasta que ambas cremas se hayan incorporado y deja que macere en la nevera durante un mínimo de 3 horas. Finalmente, vierte la mezcla en una heladera y deja que haga su trabajo.
Bernadette recomienda colar la mezcla final antes de añadirla a la heladera. Sin embargo, yo prefiero aprovechar al máximo las semillas de albaricoque. De hecho, me gusta encontrarme tropezones en el helado.
cdta = cucharadita de té
cs = cucharada sopera
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