Mi artículo en la Revista WORLD WASTE

revista world waste

En marzo de 2020, al poco tiempo de editarse mi libro “Cocina Zero Waste” me contactó la dirección de la Revista World Waste para pedirme que escribiera un artículo de opinión compartiendo mi punto de vista y experiencia sobre la filosofía cero residuos y el desperdicio alimentario.

World Waste es la primera revista periódica dedicada exclusivamente al Zero Waste y puede consultarse de forma gratuita.

En la columna también hablo sobre el challenge que supone presentar un libro de cocina (con showcooking incluido) sin generar ningún tipo de residuo. A continuación te copio el contenido íntegro del artículo:

El autor de Cocina Zero Waste nos comparte su experiencia

La cocina es uno de los ámbitos donde podemos hacer nuestra mayor aportación al medio ambiente: Nos alimentamos un mínimo de tres veces al día y esas comidas generan una enorme cantidad de basura, ya sea de forma directa o indirecta: envase de los alimentos, energía empleada en su producción (supone el 10% total del gasto mundial), despilfarro de agua, huella de carbono por gases emitidos en su transporte, almacenado en cámaras frigoríficas y, por último, reciclaje (en el mejor de los casos) o tratamiento de basuras.

Sí, reciclar también contamina y, lo que es peor, en España solo se recicla entorno al 29% de los residuos. Desde pequeños se nos han manipulado haciéndonos creer que podemos comprar cualquier cosa sin ninguna consecuencia porque vamos a salvar el planeta reciclando. 

A esto hay que añadir que en la cocina aproximadamente el 35% de los alimentos que se producen cada año se desperdician. Y, aunque los consumidores finales no somos los únicos responsables, más de la mitad de estos alimentos sí que ha pasado por nuestras manos y con un poco más de atención podrían haber acabado en tu estómago en lugar de la basura.

Por eso, desde que empecé a empatizar con el movimiento Zero Waste tenía claro que quería editar un libro de Cocina Zero Waste (Oberón, 2020) que abarcara desde el proceso de compra, la conservación de los alimentos, su cocción y posterior aprovechamiento, hasta que nos ponemos a limpiar la cocina. Desde entonces mi compromiso con el Zero Waste no ha hecho más que aumentar, pues aunque no pretendo dar lecciones a nadie ni ponerme de ejemplo, siento una gran responsabilidad. Hacer un showcooking para más de 50 personas en el que el único residuo que se generó fueron 2 servilletas no fue nada fácil. Tras considerar incluso la posibilidad de no dar degustación, me decidí por la opción de pedir a Neolith que me prestara baldositas para emplatar. Desde entonces las uso en todos mis eventos.

En este tipo de eventos donde normalmente se genera una grandísima cantidad de basura, por no hablar de las ferias gastronómicas. A las empresas les encanta ponerse la etiqueta de sostenibles (y aplaudo cada paso dado), pero fallan en este tipo de detalles, que es justo cuando tienen la oportunidad de demostrarlo. Y es aquí cuando entra en juego la que es para mí la máxima del Zero Waste: pensar antes de actuar, ser creativos y poner en duda la forma habitual de hacer las cosas.

¡Muchas gracias a la Revista World Waste por hacerme un hueco entre sus páginas! Es un placer haber contribuido con mi experiencia a esta innovadora publicación…

Publicado por gourmetlikeme

PR and event manager. Gourmet amateur.

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